sabato 16 febbraio 2008

1976-ARISTIDES UREÑA RAMOS "ARTÍCULO: TRADICIÓN CULTURAL DE VERAGUAS 1976"


Artes Plásticas en Santiago.
TRADICIÓN CULTURAL DE VERAGUAS.En torno a la Escuela de Bellas Artes de Santiago.
Por: ARISTIDES UREÑA RAMOS
Estudiante de la Academia de Bellas Artes de Florencia - Italia.
Publicado el 11 de julio de 1976.
Periódico: EL MATUTINO



Mis primeras escaladas pictóricas las realicé desde mi temprana adolescencia. Quizá, al iniciar mis estudios como bachiller en el Instituto Urracá de Santiago de Veraguas. Durante el periodo de estas iniciales incursiones artísticas, aún quedaban muchas limitaciones en el medio. Una especie de tabú en el uso de las técnicas del procedimiento de las plásticas nos frenaba la velocidad con que solíamos movernos. Nuestra pintura, el modo de producir, era el reflejo de lo que nos ofrecía el pueblo. Era como un permanente y desesperado combate por adquirir conocimientos y perfeccionar, con el trabajo pictórico, el desarrollo de nuestras inquietudes, aunque contásemos con armas empíricas, métodos autodidactas y una gran voluntad para continuar en movimiento, porque el ocio y el estatismo son el peor mal para el que inicia en las arduas disciplinas de las artes plásticas.
Semanalmente o quincenalmente acudíamos a la residencia del Maestro Herrerabarría, cuando solía llegar a nuestro pueblo natal, para refrendar vigencias y renovar recuerdos, como él expresa. Las breves orientaciones que recibimos del Maestro Herrerabarría en el terreno técnico, y los buenos consejos que nos ofreciera Daniel Richards, nos servían de mucho, pero luego volvíamos a caer en ese estado depresivo que nos hacía sentir como “cabeza abajo” y esclavos del sentimiento que se llamó por aquel entonces, TABU TÉCNICO. De ese tiempo que precedió a mi viaje al continente europeo, muchos compañeros con grandes posibilidades para el ejercicio de la plástica, muchos jóvenes como yo, fenecieron pictóricamente hablando, bajo la acción asfixiante del medio que nos rodeaba. Otros logramos sobrevivir a esa prueba mortal y, gracias a muchas circunstancias positivas y al tesón que hemos mantenido, aún nos encontramos en la lucha por la integración profesional, buscando el perfeccionamiento técnico, a través de nuestros estudios en academias de prestigio y a través de las profundas vivencias y conocimientos que ofrece al pintor maduro a los jóvenes valores, todo lo que atesora el viejo continente.
Desde hace menos de un lustro, aún como estudiante de secundaria en Santiago, escuchaba la fecunda polémica alrededor de la necesidad de fundar una Escuela de Pintura en Veraguas, que recogiése y proyectáse, con identificación propia, todas las fuentes de inspiración pictóricas, literarias y políticas en las cuales se han forjado nombres cimeros e ilústres, como lo continuan siendo: MANUEL CELESTINO GONZÁLEZ, Nacho Valdés, Mario Riera Pinilla, Fco. Changmarín, Polidoro Pinzón, Herrerabarría, Ricardo Fábrega y tantos otros coprovincianos, que a través de sus obras literarias, revolucionarias, musicales y de los lienzos han dejado legados de arraigado contenido popular a las generaciones veragüenses del presente y del mañana inmediato. Nuestra provincia es rica en tradiciones culturales y quizá en el corazón de cada veragüense estudioso y con inquietudes espirituales ese pasado, enriquecido con la aportación de los artistas contemporáneos vigentes en el panorama panameño, actúa como reto a la profunda personalidad del santiagueño que decide su quehacer profesional por el difícil camino de la cultura y el arte universal. Estoy convencido de que la actual, flamante y hermosa realidad que es la ESCUELA DE ARTES PLÁSTICAS - EXTENSIÓN VERAGUAS del Instituto Nacional de Cultura, nació y se consolidó bajo la acción tutelar de esta rica tradición cultural que posee Veraguas. El significado de una entidad académica de tal magnitud representa un incentivo permanente que ayuda a mantener despiertos a todos aquellos que simpatizan con el sentimiento de vencer al tabú técnico-pictórico que campeaba destructivo e invicto hace apenas dos años atrás en mi pueblo natal.
Durante mis visitas a la Escuela de Artes Plásticas de Veraguas, desde que retorné de Florencia, Italia, hace unas semanas en plan de vacaciones y para recopilar material especializados de investigación, me he percatado de que el periodo de asechanzas y dificultades del plantel ya ha sido plenamente superado. Existe allí un grupo, de alrededor de 32 alumnos, que trabaja, investiga y se supera con un espíritu de optimismo y creatividad. Es sorprendente cómo el funcionamiento de esta escuela pareciera recoger, en forma concreta, toda la inquietud veragüense en forma consciente del significado trascendental de la misma. Es saludable, profesionalmente hablando, apreciar el esfuerzo que realizan compañeros artistas como LUIS AGUILAR PONCE, Hermenegildo Zaldívar, Rodrigo Jaén y otras unidades, egresados de la Escuela de Artes Plásticas de Panamá, que, luego de haber adquirido el título universitario en la especialización de las artes plásticas en academias prestigiosas de México y Europa, ahora laboran por los nuevos valores de la pintura interiorana con encomiable afán y gran responsabilidad.
La Escuela de Artes Plásticas contribuirá a romper ese tabú técnico que reinaba antes de su fundación en Veraguas. Todos son conscientes allí de que la técnica nueva o la destrucción de las viejas técnicas, en fecunda confrontación, debe ser lo que generará un movimiento de vanguardia con raíces de lo nuestro. La destrucción de ambas tendencias no podría generar un arte nuevo. La Técnica y la Forma (Lenguajes) en el arte son importantes, el arte siempre se ha nutrido del perfeccionamiento de éstas, por ello, bien o mal, de esta búsqueda constante surge lo que da razón de ser al arte nuevo y al arte de vanguardia. Cuando se comprende el actual momento histórico, cuando se tiene conciencia de las causas de la decadencia de la PINTURA NACIONAL y la necesidad de elevarla a niveles más serios y auténticos, entonces, y solo entonces, podemos calibrar el papel que ha de jugar este nuevo movimiento, que es revolución en la pintura y que tendrá como guía (lo esperamos) a la ESCUELA DE ARTES PLÁSTICAS DE VERAGUAS.
De esta noble institución veragüense podríamos decir que es como un oasis físico, técnico y espiritual en lo que hace pocos años constituía un desierto pictórico. Aquí se nutrirán los jóvenes pintores de todo el interior y aquí se nutrirán artistas en formación, para poder iniciar la comunicación incondicional en la dimensión eterna de lo nacional y lo universal de la pintura.
EL ARTE ES COMUNICACIÓN Y MENSAJE y desde esta nueva Institución Pictórica, empiezan a detectarse ondas magníficas, que serán cada día más descifrables y liberadoras.

Santiago de Veraguas, 11 de junio de 1976.
ARISTIDES UREÑA RAMOS.

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